La única sucesora de una Volkswagen es otra Volkswagen
Lo que era solo una parte trasera extraña, resultó ser la joya oculta de nuestros viajes.
Nuestra historia empieza hace muchos años, con una antigua Volkswagen que teníamos. Mi pareja la adoraba, pero, por desgracia, tuvimos que jubilarla.
Él nunca dejó de buscar otra, y, finalmente, encontró una en una página web holandesa. Lo que nos llamó la atención fue algo raro en la parte trasera: unos raíles de un color peculiar.
De extraña a perfecta
Decidimos viajar a Holanda para verla en persona. Vino con nosotros mi tío, que había sido mecánico y era un apasionado de estos cachariles. Cuando la vio, también se enamoró de ella. Así que no lo dudamos: la compramos y la llevamos hasta Mallorca.
Una vez en casa, nos dimos cuenta de que aquella parte trasera “rara” era sorprendentemente cómoda. Fue a través de las redes sociales que un chico nos explicó que se trataba de un “Amescador”: una especie de “Westfalia holandesa” que convertía las furgonetas en campers, añadiendo anexos para poder dormir fuera.
La hermana mayor de la familia
Ya han pasado 20 años desde que la tenemos. Incluso nos hemos casado con ella. No viajamos tanto como quisiéramos, pero la cuidamos mucho. Es parte de la familia, nuestro hijo incluso la llama su “hermana mayor”.
Esta es nuestra historia y, la verdad, no podríamos estar más felices con ella.